06/07/2024 SALIDAS 06 Y 07 DE JULIO

SALIDAS 06 Y 07 DE JULIO
SALIDAS 06 Y 07 DE JULIO

Los sábados toca btt y este no podía ser menos, así que después de mirar y remirar las previsiones meteorológicas, y a pesar de que eran muy inciertas (por no decir malas), al final nos quedamos con la que más nos gustaba y a las siete estábamos en el aparcamiento de RTVA, para salir rumbo a El Pueyo de Jaca y hacer una ruta circular por el valle de la Ripera visitando los ibones de Sabocos y Asnos.
La primera dificultad del día no presagiaba nada bueno, José Luís informa de que no le arranca el coche y eso desbarata toda la logística del transporte de bicis, al final la cosa se soluciona de manera satisfactoria y con un retraso de media hora salimos hacia el Pirineo.
A medida que nos acercamos al destino la cosa se pone más fea, llegando al congosto de Santa Elena nos cae un chaparrón de los buenos, paramos en la gasolinera y decidimos ir al Pueyo, aparcar, tomar un café, mirar las previsiones y decidir que hacer.
Algunos en vez de café la emprenden con bocatas de jamón y pinchos de tortilla con respectivas cervezas.
La cosa no mejora, anuncian una ventana de pausa de lluvia sobre las 10:00, decidimos esperar a ver como evoluciona y al final nos decidimos a salir por carretera al Balneario de Panticosa y en la bajada, si el tiempo lo permite, explorar un poco la pista de la Ripera.
No hemos llegado al desvío de Panticosa, y empieza a llover nuevamente de manera copiosa, paramos en unos árboles y Antonino y Javier se vuelven a los coches, el resto decidimos subir el puerto, la lluvia no cesa en ningún momento de la ascensión y llegamos arriba completamente empapados, menos mal que la temperatura no es muy fría pues estamos a más de 1.600 m. y el termómetro marca 12,5º.
Baja agua por todas partes, las cascadas son imponentes y muy numerosas, para estar a 06 de julio, hay mucha nieve y está todo de un verde que da gusto, a pesar del mal día, la atmósfera de la montaña tiene un punto que me gusta, todo entre brumas y nubes amenazantes, y con las altas cumbres escondidas.
Germán es el único componente del grupo que va con bici “muscular”, yo retrocedo un par de kilómetros para darle ánimos y subir acompañándolo.
La novedad de ir con e-bike surgió al declinar mi presencia en la excursión prevista, dado su desnivel acumulado en los pocos km del recorrido, Leo insistió de manera tan, tan, tan, tan persuasiva de que cogiera la suya (acaba de estrenar otra), que acabó convenciéndome y la verdad es que estaba ilusionado de poder comprobar las supuestas maravillas de su uso.
El puerto lo he subido varias veces con la bici de carretera, en sus 10 km desde el Pueyo, no tiene nada de especial y la dureza es “asumible”, pero subirlo con una e-bike es otra “dimensión”, pedalear sin apenas esfuerzo y ver que el cuenta kilómetros marca 15 km/h no te entra en la cabeza.
La verdad es que me hubiera gustado probarla cuando las rampas son imposible, entre piedras y rodadas, (otra vez será).
En el Balneario, a pesar del mal día hay bastante movimiento de vehículos, suben con coche Antonino y Javier, nos hacemos unas fotos todos juntos y tiramos para abajo extremando la precaución pues sigue lloviendo a ratos y el piso está muy, muy peligroso.
Germán se desquita de la subida y me adelanta, al poco son Dumi y José Luís los que me quitan las pegatinas y de paso me acojonan al verlos tumbar estando el piso en esas condiciones.
Llegamos con bastante frío al aparcamiento, montamos las bicis en los coches y nos cambiamos de ropa como buenamente podemos (la privacidad es casi nula), subimos al restaurante donde poco a poco vamos entrando en calor (muy poco a poco), la comida es excelente tanto en calidad, cantidad y precio (restaurante “El Embalse” en el Pueyo de Jaca, imprescindible reservar).
Después de comer aún hacemos una visita a la tirolina y al columpio de Hoz de Jaca, donde podemos ver como los guiris más atrevidos se tiran, y aprovechamos también para hacer las últimas fotos en el mirador con Peña Telera al fondo (aunque tapado), y el embalse de Búbal a nuestros pies.
A pesar de que el día no ha acompañado en la climatología, lo hemos pasado bien, el ambiente ha sido excelente y estas son las cosas que se recordarán.

Crónica dedicada a Eduardo el gaditano, que nos ha acompañado en nuestra pequeña aventura.

El domingo a las 8:00 h. somos 14 los que nos juntamos en el pabellón Príncipe Felipe, para ser julio y andar el personal de vacaciones está muy bien la asistencia.
El día ha salido bastante fresco, hay 15º y sopla un cierzo que sin ser fuerte, hace que la sensación térmica sea baja, aparecen manguitos y chalecos más propios del mes de mayo.
Después de las fotos de Vasile (Carlos no aparece porque se incorpora unos cientos de metros después), ponemos rumbo hacia Gelsa para hacer la “Milán-San Remo” que era como se conocía este recorrido allá por los años ochenta cuando la “Peña Los Conejos”, la convirtió en una cicloturista.
Con un viento completamente favorable y a muy buena velocidad (demasiado buena a ratos), llegamos al desvío a Mediana donde nos despedimos de Stephane y Alberto, el resto seguimos hasta llegar al desvío pasado Quinto de Ebro donde pincha Juan Francisco, después de reparar enseguida llegamos a Gelsa donde hacemos la parada, yo hacía años que no me aventuraba por esta ruta que fue habitual en el calendario del Club durante años, pero que debido a la peligrosidad que entrañaba la N-II, se fue eliminando del Campeonato de Excursionismo.
Sin embargo ahora, tras la liberalización de la Autopista se ha convertido en una vía muy segura con un excelente y espacioso arcén y muy poca circulación, lo peor son las eternas obras del tramo de Fuentes de Ebro donde hay que extremar la precaución.
La parada no se demora mucho, mientras tanto el cielo se ha ido cubriendo y la temperatura sigue siendo fresca, el cruce hasta la carretera de Barcelona es largo, son 14 kilómetros con alguna cuesta que vamos recorriendo en grupo más o menos compacto, a todo esto vemos que la rueda de Juan Francisco pierde presión, (la cámara que ha puesto no debía estar en buenas condiciones) le mete aire y sigue pero al rato más de lo mismo, como no lleva más cámaras ponemos una de Mila y asunto arreglado, José Luís y Jorge nos están esperando en el cruce y al vernos llegar arrancan y se dan cuenta de que Jorge va pinchado, otro rato más de espera hasta que conseguimos reemprender la marcha todos juntos.
El viento, en contra de lo que es habitual, ha ido perdiendo fuerza (así lo anunciaba la previsión), lo cual es una muy buena noticia pues es totalmente en contra, José Luís y Jorge al principio marcan un ritmo asequible y se pegan bastante rato tirando en cabeza, luego se suma alguno más (hasta yo me he atrevido a dar un par de relevos), Josi va un poco justo, se levanta el pie y llegamos a Santa Isabel en grupo compacto sin mayores contratiempos en una buena mañana de bici con buena temperatura, sin sol apenas y con el viento ayudando claramente a la ida y molestando lo justo a la vuelta.
Al final me han salido 113 km y 450 m. de acumulado.

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Zaragoza 08 de julio de 2024