04/05/2024 SALIDAS 04 Y 05 DE MAYO

Lo de esta ciudad con el viento es de nota, el caso es no parar de soplar, cuando no es cierzo es bochorno y si no de cualquier lado, el sábado 04 de mayo nueve somos de la partida, después de fotografiarnos como mandan los cánones, salimos a las 8:00 h. (primer día de madrugón), hacia el pantano de Mezalocha.
Aparece Carlos García después de su caída, lo cual es una buena noticia, todavía tiene secuelas pero ya está en buen camino, la temperatura es buena, vamos por el recién inaugurado tramo del carril-bici que unirá la capital con Cuarte pero al que todavía le falta mucho.
Empiezan a caer unas gotas que nos hacen dudar un poco pero que pronto desaparecen, el viento en contra se nota desde la primera pedalada, ya nada más salir se suceden los repechos que van acumulando metros como quien no quiere la cosa.
Al llegar a Cadrete, Chema y Carlos dan por terminada la excursión y se vuelven, me quedo solo con todas las e-bikes, atravesamos María rumbo a Botorrita, venga repechos y venga viento, voy de rueda en rueda cuando el terreno lo permite (que diferente es la técnica con la de carretera), atravesamos un largo tramo lleno de un polvo finísimo que hace insegura la trazada amén de ponerte perdido.
Pregunto a Antonino cuanto queda porque ya voy tostado, me dice que unos 8 ó 10 km. lo que me alegra bastante para seguidamente decir César que por lo menos quedan 15, lo que me desmoraliza.
Llegamos a Muel donde se duda un momento sobre el camino a seguir, todos detrás del primero y asunto arreglado, ya en el camino que lleva a la presa veo que era Antonino el que tenía razón y llegamos sin mas contratiempos que seguir luchando contra el viento.
Encontramos el embalse casi vacío, las lluvias en la margen derecha han sido escasas, me tomo un gel, hacemos unas fotos y emprendemos el regreso después de 41 km y 500 m de acumulado.
Las piernas están castigadas pero la vuelta es otra cosa, la parada prevista es en Mozota y nos presentamos de manera rápida en el bar que ha cambiado recientemente de dueños, Leo y yo no almorzamos, tomamos algo con el resto y cuando les están sacando los platos nos despedimos hasta la próxima.
Volvemos pegados a las vías del tren a toda pastilla, a ratos me falta desarrollo, hay tramos que parece que lleves un ventilador detrás, además en los últimos 30 km el desnivel ha sido de apenas 100m. (que diferencia con la ida) y las 12:30 estamos en el Parque donde nos separamos.
Día duro y exigente, 80 km y 627 de acumulado, veremos como responden mañana las piernas.
Buena temperatura el domingo, el poco viento nos da de espalda lo que hace que el ritmo de salida sea bastante alto, las paradas en los semáforos de Casetas sirven para relajar un poco y nos presentemos en Alagón en un visto y no visto, los cielos se van nublando pero sin una gota.
El grupo del que habían saltado Vasile y Jorge, se estira en la subida de la gasolinera pasado Alagón y aún más en el puente del desvío a la carretera de Bárboles, ya juntos otra vez se produce el pinchazo de Fernando, cuando está reincorporándose a la marcha se da cuenta Juan Francisco de que también está pinchado, al terminar de reparar soy yo el que noto falta de presión en la rueda trasera y tengo que cambiar la cámara, total tres pinchazos en el mismo lugar y casi media hora de reparaciones.
Leo y José Antonio han tirado hacia delante y ya no los veremos hasta Épila, el ritmo se vuelve a incrementar y ahora el viento no ayuda nada, yo no asomo el morro en ningún momento aunque las piernas parece que aguantan.
Vamos pasando por Bardallur, Urrea, Rueda, y finalmente llegamos a Épila con una buena tostada donde encontramos tranquilamente a la pareja de escapados.
La parada es corta, alguna discusión sobre como nos pegará el viento en lo que queda de etapa, foto a la salida y rumbo a Muel, el tramo hasta la carretera de Madrid no es bueno, ni de firme, ni de tráfico, además va picando desde la salida lo que hace que vayamos muy estirados.
Nos reagrupamos mínimamente en el cruce hacia Muel, Juan Francisco tiene compromisos familiares y tira el sólo hacia adelante, después un cuarteto y el resto en un segundo grupo del que tira con ritmo sostenido y sostenible Jorge, y que nos permite llegar a Muel todos juntos.
Ahora entre el perfil favorable y el viento a favor vamos a buena velocidad, al poco vemos que los que iban por delante están esperando, reagrupamos pero el agrupamiento dura apenas un kilómetro (para ese viaje no hacía falta alforjas) otra vez a toda hostia y fragmentados, al final y ya cerca de Zaragoza logramos entrar todos juntos con una media de 27 km/h. lo que no está nada mal.
El cielo está cada vez más nublado pero no ha caído una gota, me presento en casa con 108 km y 511 de acumulado, y claro está con las piernas “p’al arroz”.
Por la tarde José Luís Loscos nos dice que en Casablanca también ha pinchado (vaya día ).

Zaragoza 06/05/2024