27/04/2024 SALIDAS 27 Y 28 DE ABRIL

SALIDAS 27 Y 28 DE ABRIL
SALIDAS 27 Y 28 DE ABRIL

Las previsiones eran inciertas con el tema de la lluvia (al final han acertado), a la hora convenida siete asistentes en el puente de los Cantautores con la presencia de Carlos García de paisano (bastante recuperado de la caída de hace una semana), que ha sido el que nos ha hecho la foto.
Enfilamos hacia Torrero por carril-bici para llegar a la Veterinaria, cruzar a la margen izda. del Ebro y atravesar el Gállego por el puente peatonal del parque “Ríos de Aragón”.
Hago de guía porque la salida es como el pasillo de mi casa (la hago muy habitualmente), mi intención es hace una circular por las dos orillas del río, haciendo los azudes a la vuelta para que se pueda realizar la parada en Villanueva de Gállego.
Cogemos un tramo de la senda que va por el soto, la última riada ha dejado tramos muy dificultosos de ciclar y no vale la pena (habrá que esperar a que se haga camino).
Salimos a la pista, atravesamos el Gran Capitán, la Torre de los Ajos, los invernaderos de borraja de los “Mené” dirección “El Chiringuito”, después Peñaflor, y la pista que lleva por la orilla del río y que tan pronto vas pegado a el, como se aleja cientos de metros.
Pasamos por la curiosa construcción que asemeja un tempo tibetano para llegar a un tramo de unos cien metros donde si no lo conoces bien hay que echar pie a tierra, me costó muchas idas y vueltas forzar una ruta que uniera los dos caminos para lo cual hay que atravesar un campo de unos 50 metros y luego ciclar otros tantos por un estrecho ribazo (como me lo conozco, soy capaz de hacerlo todo sin bajarme, pero si no es así lo mejor es hacerlo con la bici en la mano).
Sin más dificultad, llegamos a la carretera que une la de Huesca con la de S. Mateo, cruzamos por encima del último azud (esta vez es el primero) y giramos a la izda. camino de Villanueva de Gállego, ahora el viento es froto-lateral (viene de S.E.) y molesta bastante, llegamos al segundo azud y nos contentamos con verlo desde arriba, el cielo cada vez está más negro.
Al llegar a Villanueva se rompe el grupo, José Antonio se va sólo hacia Villamayor, Carlos y Javier se quedan a almorzar (antes Javier ha llamado a Carlos García), y Antonino, Joaquín Leo y yo hacemos una breve parada en un bar de la travesía para la barrita y el café.
A la salida la alarma de la bici de Leo se pone a pitar enloquecida sin haber manera de pararla lo que es motivo de risas entre los parroquianos del bar (y nosotros), al final lo consigue y cogemos el camino del Comercio hacia Zaragoza, en el desvío de la “Torre del Baile”, me quedo solo, les digo de completar la salida según lo previsto y visitar el tercer azud (de Urdán), pero deciden continuar hacia San Juan.
Así que ya en solitario, recorro los últimos kilómetros de la ruta, paso por el azud, San Juan de Mozarrifar, puente peatonal sobre el Gállego “Los Estrechos”, parque de la “Torre del Ajo”, Gran Capitán, y a falta de tres km. para finalizar la salida se pone a llover, atravieso de nuevo el puente de “covasa” aprieto y consigo llegar a casa con cuatro gotas encima y 66 kilómetros en las piernas (me he salvado de milagro), mañana más.

El domingo 28, toca etapa de “montaña”, la mañana sale muy fría, despejada y con vientos flojos, somos 15 en la foto, faltan Alberto que llega tarde, Carlos que se une en Cuarte y Vasile que aparece en Fuendetodos, la única chica es Marivi.
Después de la foto, Loscos y Jorge encabezan el pelotón y a ritmo vivo, vivo (alguna queja se oye detrás), nos presentamos en el desvío de Botorrita todos juntos.
Aquí ya sabéis, el cuestarrón, unido al estado del firme (ese tramo es de juzgado de guardia), hace que el grupo se rompa, a trancas y barrancas intento no descolgarme del último y se forma otro por detrás de aprox. la mitad de integrantes, que llega junto hasta la cuesta de Jaulín, aquí más de lo mismo, subida de uno en uno con diferencias no muy abultadas y que otra vez sufriendo más de lo deseado logro unirme al grupo al atravesar el pueblo.
Volvemos a rodar más o menos juntos hasta la primera rampa de la Dorleta (aquí si que no hay nada que hacer,) y vamos subiendo dándolo todo cada uno como mejor sabe y puede, al coronar están esperando los primeros y una vez todos agrupados, enfilamos hacia el pueblo, nos encontramos con un montón de ciclistas que han elegido esa misma carretera.
El tramo hasta Fuendetodos es pestoso, crees que ya han acabado las cuestas pero esos dos largos repechos terminan de rematarte.
El bar de la carretera está cerrado y decidimos ir al de dentro (hacía décadas que no me metía por las calles), al poner el plato pequeño, la cadena se me queda entre los dos platos y no hay forma humana de sacarla, Carlos que me ha visto se queda a ayudarme pero ni con esas, decido ir al bar a ver si con ayuda lo soluciono y en estas que nos perdemos (tenemos que pedir ayuda a unos vecinos), ya todos juntos con ayuda de Xabi y una llave de Alberto, aflojamos el plato pequeño y logramos sacarla (me pongo perdidos de grasa los guantes).
Hacemos la pausa en una terraza al sol (toda para nosotros), donde se está estupendamente, aparece Vasile, nos reímos con las cosas de Leo, ajustamos detalles para “La Monegrada 2024”, y nos ponemos en marcha para el regreso.
El repecho de salida es muy duro, nos cuesta reagrupar y luego en las bajadas también se vuelve a romper el grupo sin quererlo por la propia inercia y la habilidad (y el miedo) de cada uno.
Pasamos Botorrita, afrontamos el tramo cabrón del puente sobre las vías y al llegar a la general paramos a reagrupar, faltan Carlos y José Antonio, como se demoran mucho alguno vuelve a buscarlos y al rato aparecen (reventón de José Antonio), también ha roto un radio Javier pero no le impide rodar.
Otra vez juntos todo el grupo, a un ritmo alto pero sin descolgarse nadie, llegamos a Zaragoza sin más novedades con 95 km desde mi casa y 837 m de acumulado, en otra excelente jornada de bici.

Zaragoza 29 de abril de 2024